|
Poemario
del recuerdo di
|
|
|
Larissa
di José Cabrera
|
|
|
|
|
Larissa
A. Cabrera Almonte
|
José
Cabrera
Ahora
te recuerdo pequeña, cuando aún tu pecho ni el mío se llenaban
de dolor y desasogiego. Vivíamos en la aurora de un acueducto
de sueños, pensando que la existencia del ser no se podía medir
en el tiempo, sino en segundos, esos que hoy quisiera de ti,
instantes, para darte un poco más de amor y de mimo, para que
la vida te fuera grande y la tierra leve. Pequeñas felicidades
se agolpan en los surcos de mi memoria que contrastan con susurros
que no cesan al decirme que ya no estás en cada rosa erguida
del vivero de flores que eras tú, o en la agonía de cada bolero,
como aquél que escuché camino hacia el sur, en la voz orgásmica
de D’Oleo: “Se fue, no está… “ que me hizo brotar las lágrimas
de primaveras reservadas para ti, cual tren
angustiado, silvando lejanías con sus luces cansinas, buscando
estaciones de otoño y deseos de arribar a la breve ración de
vivir.
La
ausencia de tu ternura y el acoso constante del silencio no
han logrado, a nueve años de tu partida, desprenderte de mí,
ni olvidar tus ojos de paloma, rebosantes de bondad y de dicha.
Soy un loco que escucha manadas de voces, racimos de ecos, implorándome
que estés aquí, mientras apuro tintas de insomnio, imaginándome
los ruiseñores que amanecen en tus delicadas manos, en medio
de la rutina de mirar paisajes, que es lo mismo que la eternidad.
Mientras, pienso, también, cómo la vida cabe en el rielar de
remos en el mar de un suspiro de soledad, no como la ausencia
de cuanto fuiste, sino sólo y plenamente la permanente fugacidad
de mi espera, de la esperanza absurda, cada domingo, al pie
de tu morada infinita, para que salgas de allí y no verte, cobijado
por rocas ajadas por el tiempo, como el último náufrago en la
playa de unos labios desiertos asidos a un ataúd.
Nueve años después, Larissa de mi
reino, me armé de valor para abrir la carta cerrada que me entregaste
apenas dos madrugadas que lograron madrugar, antes de irte por
los bordes del ocaso, y leer la inmensidad del amorde una hija
hacia su padre:
”… papi, no le temo a la muerte, sólo le temo al dolor
y al sufrimiento que ésta te pueda causar, aunque sé que eres
“inmutable”, déjame decirte que te adoro y no
te olvidaré nunca…”
En verdad, no hay extensión más
grande que mi heriday todavía siento más tu muerte que mi propia
vida, que cada día te piensa cubierta de crepúsculos de gloria,
de noches suaves con estrellas muy claras y el viento durmiendo,
meciendo una mariposa blancamarilla, como una barca confiada
a las corrientes tranquilas, conla vela lacia acariciando el
mástil, y como el agua no era más que el espejo reflejado de
mi alma, te imagino en el reino de dos cielos. Eres mi ídolo
en un templo en llamas, a la espera de verte amaneciendo mañana,
en la paz de los ángeles que llevabas oculta en la mejilla de
tu rostro. Pero no, las cenizas apretadas entre la madera que
te viste con jirones de alas grandes y frías sobre el abismo,
me vuelve a la realidad de las olas llamando a lo hondo para
cerrar sus aguas en medio del marchitar de mi jardín de fracasos.
Qué cosa, cubriéndome mi cabeza ya como un bohío
bajo el minuciosos crepitar de hojas erguidas por adioses, que
enarbolan pañuelos temblandoen la distancia, orillados por el
hablar del viento, tengo, por inquilino de mi mente, el verte.
Qué cosa, que cuando acudo puntualmente, cada domingo a ésa,
tu morada infinita, con mi pecho harto hasta el borde de esperanza
por verte, sólo encuentro pétalos sin hablas varados en la sombra,
en la profundidad de la superficie de mi ya casi locura anclada
frente a la misma noche de soledad de siempre.
Aún así, en tu papá no ha crecido
ni crecerá el olvido, que tú sabes que para mí es la traición.
De
tantos ayeres y soles, de tantas lunas y estrellas, engañándome,
prometiéndome que vendrás, sólo atino a ver los gestos sombríos
de la desesperanza en el andar de su burla. Aunque sé que en
ocasiones andas a mi lado, cuando presiento tu gracia divina,
cuando raramente brindo ternura, cuando soy amable, cuando soy
feliz y río, cuando doy los dones que son tuyos y me ordenas
socorrer a los necesitados, cuando siento tus delicadas manos
llenas de azucenas cerca de mi corazón y de mi espera por verte,
o, tal vez, cuando soy tu Pessoa.
Mas, ¿nunca te volveré a ver? ¿Nunca
más, en ninguna parte? ¿Ni siquiera en tu morada infinita, en
la tumba a donde he ido y voy como una religión cada domingo,
durante nueve años, a prenderte un velón blanco y grandepara
que tus noches inmensas sean menos oscuras?
A pesar de la distancia y de nuestras
ausencias, no nos olvidemos nunca, aunque el cartero se quede
siempre con tus cartas y las mías.
5 de noviembre de 2003,
a los nueve años de la muerte de la santa y virgen
Larissa Alexandra
Cabrera Almonte.
José
Cabrera
<<
RITORNARE
<<
Inicio pagina
|
|
Mi
Ida
(JF Camó )
Sí se fue… se fue,
pero entonces,
no me encierren en cajones
que no es la estrechez mi estilo.
Espárceme
por el aire,
como
confettí,
como semilla,
como humo.
Desde
la pira de la hoguera
seré como siempre fui:
volátil, ardiente, ligero…
me quiero ir.
No
habrá qué regar de lágrimas
ni cuentas que rendir
tampoco misas ni epitafios
ni pleitos que dirimir
Viví
lo que pude, sabiendo,
con plena conciencia
y en cada momento
ser humano
que habría de morir.
¡Calma!
al fin viene el revelo
y vuelvo a ser parte del Todo
de donde una vez partí
Vale
la pena Querer
( JF Camó )
Me
dices que se fue
antes de tiempo…
Una
vez más
se impone la realidad
para recordarnos
que no tiene dueño.
No
es cuestión de ser fuertes
ni de borrar los recuerdos
sino de valorar lo que es
en su momento.
Todo
es perenne
contradictorio… y eterno;
mejor no decir adiós
sino ¡hasta luego!
Compañeros
de viaje,
solo saboreamos el fin
al intentar fundirnos
queriéndonos
No
nos hagamos nuestras entrañas
sintiéndonos las cobayas
de un cruel experimento
Si
has querido y puedes querer
no debemos decirte "lo siento"
mejor hacerte saber
que todos somos Uno
en el Dios nuestro.
Sonríe
y demuéstrale
en Paz
tu agradecimiento
por dar a ti y a los tuyos
a sentir
Amor del Bueno
Compañera
del Alma
(JF Camó)
En un lago manso
de orillas lejanas,
inmenso…
una
barca liviana,
sin pertrechos,
sin velas,
sin vientos…
sólo
una suave brisa
acariciando
tu pelo… de nubes,
tu cara… de cielo
Aquí, en la terraza
donde nace el sueño,
una ensenada,
un embarcadero…
adornos
de piedra
esculpidos por hadas…
Un
rey sin reino.
Un
lecho de mármol,
flores, mariposas…
y un réquiem que reza:
"Nunca
solos…
contigo mi alma
conmigo tu recuerdo"
<<
RITORNARE
<<
Inicio
|
GIUNI
RUSSO di Ermanno Filosa
|
|
Santo
Domingo, ADDIO MIA CARA AMICA
E’ deceduta questa mattina nella sua abitazione di Milano
Giuni Russo, una delle interpreti più raffinate
e sensibili della canzone d’autore italiana: una sincera
mia amica degli anni '80. Dotata di un timbro molto particolare
e
di una
solida formazione classica, Giusi Romeo di origine palermitana,
era balzata all’ attenzione del pubblico negli anni ' 80
grazie ad una fortunata collaborazione con Franco Battiato.
Col passare degli anni - senza rinnegare le proprie origini di
cantante pop - aveva deciso di abbandonare le major discografiche
e spaziare fra lirica, world music, teatro e proposte culturali
d’ avanguardia nelle vesti di cantante, compositrice e produttrice.
Da tempo malata, aveva fatto la sua ultima apparizione televisiva
al Festival di Sanremo dello scorso anno. Io e molti amici, non
dimenticheremo le lunghe notti nei locali dei navigli di Milano
dove lei, in gande simpatia e allegria, intratteneva la nostra
comitiva di nottamboli cantando canzoni inprovvisate e fantasiose:
veramente una grande forza creatice, una indimenticabile femmilità
calda e raffinata, sentimentalmente onesta.
La
carriera di Giuni Russo era iniziata nel 1967 con la vittoria
al festival di Castrocaro, poi nel 1982 Giusi si è imposta
al grande pubblico con "Un' estate al mare" scritta
per lei da Franco Battiato con cui inizio' un sodalizio che non
ha mai avuto termine. Nel 2003 aveva partecipato al Festival di
Sanremo con "Moriro' d' amore" poi l' inizio
di un cammino di studio e di ricerca verso una musica meno convenzionale
e vocalmente sempre piu' impegnata. Giusi stroncata da un male
incurabile, a 53 anni, ha stroncato una parte dei nostri ricordi
e ha commosso tutti quelli che l' hanno conosciuta fuori della
scena. Che l' altra vita adesso, cara Giusi, ti abbia in gloria
e ti renda finalmente serena e felice. Ciao. Ermanno
Filosa.
<<
RITORNARE
<<
Inicio |
|
MAMMA
TINA
|
|
Santo
Domingo, ADDIO MAMMA TINA
Caro
fratello mio,
mi
hai colpito come un fulmine a ciel sereno, ero deciso a chiamarti
proprio questa settimana passata, perché c' era qualcosa
che non quadrava nei tempi tra una chiamata e l' altra per
scambiarci le notizie, ma non ho avuto la possibilità
di farlo. Ammetto che non so che dirti e non ti nascondo che
mentre scrivo mi scendono le lacrime inarrestabili. Vorrei
chiamarti adesso, ma ho letto la tua che sono le 21 orario
locale, quindi da te sono la 1 della notte.
È
molto probabile che tu sia sveglio, ma non voglio rischiare
di
interrompere un eventuale anche se improbabile, sonno di cui
hai certamente bisogno. Per me, tua madre è stata una
seconda madre. Avendo avuto la fortuna di conoscerla, so quale
tipo di persona ha lasciando i suoi affetti e persone care
in questa terra. Una persona a cui ho voluto sempre un grandissimo
bene e che io e Araceli abbiamo sempre ricordato tutti i giorni,
nelle nostre abitudinarie preghiere prima di iniziare a mangiare.
Una persona a cui ho iniziato a voler bene dal primo momento
che l' ho conosciuta. Ricordo come fosse oggi, il suo viso
sorridente, la suadolcissima voce e il suo grande amore per
tutti, quando venivo a casa tua a studiare e ci portava la
merenda per un break agli studi. Il suo volto sereno, sorridente
che irradiava amore da tutti i pori, l' ho stampato nella
mia memoria visiva come quello dei miei genitori e di mio
figlio e di tutti i miei cari.
Ho
sofferto con te, anche se da molto lontano, quando il mio
scomparso papà, mi chiamò immediatamente per
annunciarmi la dipartita del tuo caro papà, ma la notizia
della scomparsa di tua mamma, mi ha dato una legnata da k.o..
Ritienimi come fossi fisicamente al tuo fianco e voglio che
sappia che il tuo dolore è il mio dolore. Non ci sono
parole o se esistono non riesco a trovarle, per cercare di
animarti e alleviare la tua sofferenza, sappi solo che, come
te l' ho detto altre volte nel passato, ti voglio bene. Sei
per me più che un fratello e una persona tanto cara
che mi ritengo fortunato averti conosciuto e conquistato la
tua amicizia; amicizia che è stata e sarà sempre
ricambiata da parte mia.
In
questi giorni che incontrerai strani, vuoti e incredibili
come se
fossero solo un maledetto incubo, dal quale aspetti inconsciamente
di svegliarti e ritrovare le cose come erano, vorrei essere
con te per farti compagnia. Sappi che ci sono, non fisicamente,
ma con tutti i miei sentimenti e il mio spirito. Araceli ti
abbraccia fortissimo e anche lei sta piangendo mentre ti scrivo.
Fratello mio non riesco più a scrivere e non vorrei
che questa mia acutizzi ancor di più, il tuo dolore.
Che il Signore nostro Dio accolga tua mamma Tina tra le
sue braccia, ricongiungendola con suo marito e trovi la sua
pace e felicità, con la fine delle sofferenze terrene.
Un
forte abbraccio
Guido
e Araceli
<<
RITORNARE
<<
Inicio
|
|
|