Como homenaje póstumo a los hombres y mujeres que entregaron sus vidas en aras de una sociedad más justa e hicieron posible el surgir de la nacionalidad dominicana para que generaciones futuras disfrutaran
de un ambiente de paz y armonía.
A todos los habitantes de esta hermosa tierra, especialmente a los jóvenes, invitándoles a incorporarse a los procesos de transformación social, económica, y cultural de este gran país que es
la República Dominicana.
Al dominicano ausente, no siempre por gusto, para que no se olvide de la tierra de sus padres, de los lugares de juventud y que a todo el mundo le muestre con orgullo, en cualquier país donde esté, su Patria,
la República Dominicana
Giovanni Garibaldi
(un extranjero enamorado de Quisqueya)