Origen
Cualquiera
que trabaje de cerca el Larimar sitúa en el año
1974 el hallazgo de las piedras azules.
Norman Rilling, un miembro del Cuerpo de Paz de los Estados
Unidos, y el dominicano Miguel Méndez, encontraron
pectolitas al borde del mar. Sorprendidos por su color, sopesaron
la posibilidad de que su origen fuera marino. Después,
siguieron el rastro aguas arriba del río Bahoruco,
logrando llegar hasta los Checheses, en el paraje de Los
Chupaderos, a unos 10 kilómetros montañas
adentro de la ciudad de Barahona, lugar, por ahora, donde se
encuentra el afloramiento más abundante.
Pero
en realidad, hay constancia de que ya en el año 1916
el padre Miguel Domingo Fuertes Loren, de la parroquia
de Barahona, solicitó al Ministerio de Hacienda el privilegio
de exploración y explotación de la mina. Pero
esto nunca llegó a consumarse.
Las
primeras evidencias de este raro mineral fueron encontradas
en pequeños rodados que a veces se encontraban en la
playa de Bahoruco y que eran transportados hasta allí
por las crecidas del río del mismo nombre. Existen testimonios
de que el bello color azul de esta roca fue notado hace tiempo.
De hecho, en el Museo del Larimar existen muestras tomadas ya
en los años 50.
El
larimar es un testimonio de la actividad volcánica
de la tierra muchos millones de años atrás. La
isla de Santo Domingo comenzó a formarse por partes emergiendo
de la profundidad marina y, según los expertos aseguran
que hace aproximadamente 100 millones de años se inició
la emergencia de la Sierra de Bahoruco, en el suroeste
de la isla.
En
su constitución destacan rocas volcánicas conocidas
en geología con el nombre de andesitas y basaltos.
Los componentes químicos de las soluciones incandescentes
que salían hacia el exterior a través del magma
eran muy variados, entre ellos están los minerales en
forma de silicatos que se mezclaron con componentes de
aluminio, sodio, calcio, hierro, etcétera.
De
esta manera, se formaron los minerales esenciales y los secundarios.
Entre todo esto se formó una asociación muy singular
en la naturaleza: silicio-oxígeno con elementos sódicos
y cálcicos. Así se formaron, al azar, unas concreciones
compactas de pequeñas masas, poseedoras de brillo, en
múltiples variantes de color. ¿Su nombre? Pectolitas
(silicato ácido hidratado de calcio y sodio).
Yacimientos
de este mineral, antiguamente denominado ratholita, hay
en distintos lugares del mundo (Estados Unidos, Canadá,
Inglaterra, Austria e India).
Pero es la provincia de Barahona la única del mundo donde,
hasta el momento, se han encontrado yacimientos de la pectolita
azul: larimar.
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