En
el año 1714 inició la construcción de
la iglesia, con el permiso del Arzobispo de Navarrete y con
el dinero donado en el año 1683 por Don Jerónimo
de Quezala y Garcon. La iglesia se abre al culto hacia 1743
sin estar terminada. La conclusión se sitúa
alrededor de 1755. La iglesia construída por la devoción
de San Ignacio.
Cuando en el año 1767 Carlos III, después de
haber arrancado de la mano del Pontífice Clemente XIV,
la supresión de la Orden, ordenó la expulsión
de los Padres Jesuítas, de todo su reino y colonias,
tuvo usos diversos: Primero Real Almacén de Tabaco,
luego a partir de 1792 albergó el Seminario de San
Fernando y el templo de la independencia sirvió
como teatro hasta 1918, luego alojó la Oficina de
Hacienda.
Convertida después
de los restauros del 1958 en Panteón Nacional,
lugar de reposo eterno de los hombres ilustres.
Posee una enorme lámpara en cobre que cae de la cúpula,
que sin duda es la más hermosa y perfecta, donación
del Gral. Francisco Franco, a Trujillo.
Sobre el piso, debajo de la cúpula, se admira una gran
rosa de los vientos en mármol polícromo al centro
de la cual arde la llama perpetua.
Actualmentes dependencia del Museo de Las Casas Reales.
Notas
Arq.: Por la fecha de construcción
debería ser estilo barroco, pero se ajusta más
bien al Renacentista. En su fachada se notan las influencias
de Escorial (Herreriano), en piedra calcáreo-coralina,
es austera, dividida en vertical en 5 cuadras de 6 columnas
cuadradas que se elevan a todo lo largo de la fachada, divididas
en dos planos por un grutesco saliente, estilo Barroco. Arriba
en el portal un escudo en piedra de la República. Interior
en estilo andaluz, con una típica planta a cruz: Nave
de 3 tramos, con dos seminaves laterales, coro alto, carece
de ábside (cabecera plana). Es el último monumento
colonial de la isla.
Dirección:
C/ Las Damas.