Es
una de las ruinas más bellas de la ciudad. En el 1502
al mando de Nicolás de Ovando llegaron los
padres franciscanos, la construcción del monasterio
se inicia en 1508 y fue el primer monasterio del Nuevo
Mundo, después fue barrido por un huracán.
La iglesia, parte principal del conjunto, es iniciada por Liendo
en 1544 sobre una colina, y terminó el 23 de julio
1556.
En 1586 fue saqueada por Drake; su reparación
termina en el 1664.
El terremoto del 1673 y el de 1751 causan serios
daños, lo mismo que varios ciclones.
Debajo
del arco de la entrada principal, voluntariamente, fue sepultado
Alonso de Ojeda, los restos de éste heroico capitán
descubridor de la “ Tierra
firme ” (Venezuela, etc.); fueron traslados al ex Convento
Dominico el 12 octubre 1942, en el mismo sitio donde
fueron encontrados en el 1892. En
el templo fueron encontrados también los restos de
Don Bartolomé Colón, hermano de Cristóbal
Colón y Ceferino Mazoneda.
En el monasterio estudió el Cacique Enriquillo,
el último cacique, y único que “ forjó
su alma en acero ”, quien luchó contra los aventureros
colonizadores.
Abandonado en el 1795. La destrucción se inició
cuando los franceses vencidos en Palo Hincado
y asediados en la ciudad emplazaron un pedazo de artillería
sobre el techo en 1805; en 1809 cortan la bóveda, y colocan
una explanada de madera con un cañón que al segundo
disparo se desploma con todo y techo.
En 1831 los haitianos se llevan las piedras y detalles
arquitectónicos y en 1847 se vuelven a emplear en las
paredes como material de construcción.
El ciclón de San Zenón en 1930 destruye
gran parte del edificio.
En 1940 se instaló allí el procomio y el
manicomio Padre Billini.
Las campanas de San Francisco son las que lanzan el ronco
lamento del campanario de Santa Bárbara.
En los alrededores de la iglesia existe en ruinas la capilla
de la Tercera Orden de Garay o de María de Toledo.
En su tina se custodiaba el agua a distribuir, a través
de tuberías, a los ciudadanos habitantes de la Zona Colonial;
éste fue el primer acueducto de la ciudad.
Las antiguas ruinas se utilizan todavía como escenario
para celebraciones de eventos sociales y culturales.
Dirección: C/
Hostos esq. Tejera.
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